En el artivismo performático el arte es el mensaje social, político, y el cuerpo el soporte a través del cual se hace posible romper la barrera imaginaria que separa al artista del espectador. Mientras el artivismo viene a ser la combinación de arte y activismo, la performance integra distintas disciplinas artísticas, preservando una fuerte impronta del teatro, para crear nuevas formas de expresión disruptivas capaces de agitar conciencias.
El arte tiene eso, que es una manera perfecta para decir algo
La obra ‘No se trata’ se transforma totalmente a lo largo de la feria. Nace como una habitación blanca que el Grupo Sobretodo va marcando en negro con testimonios de víctimas de la trata, recuperadas o no, documentados por el periodista argentino Guido Fernández Cornide. Nuestra entrevista es más bien el resultado de una conversación en la que Alperowicz, Zilberman y Degiovanni van hilando juntas.
Se dice que lo que no se conversa no existe. ¿Cómo surge esta iniciativa que nos habla de la trata de personas?
Bárbara Alperowicz: El objetivo del colectivo desde hace siete años es tomar iniciativas y conflictos sociales y, a través del arte, hacer acciones para visibilizarlos. En otras oportunidades hemos hecho performance relacionada con el espacio de sobremesa, que existe para la conversación luego de un almuerzo. Hemos hecho otra sobre la resiliencia y la curación de heridas...
Débora Zilberman: Sí, sobre el dolor y cómo poder repararlo. De qué manera podemos curar y compartir ese dolor con otros. Nosotras hacemos temas que involucran a la sociedad. Es decir, no hay nadie que quede exento de un momento doloroso en la vida. Es como cuando una dice: "Por acá no, pero vamos a meternos por otro lado donde vamos a encontrar un otro que nos ayude".
Bárbara Alperowicz: Y hace un par de años nos encontramos con un productor periodístico que se llama Guido Fernández Cornide. Él hizo toda una investigación acerca de la trata. Se contactó con asociaciones argentinas. Desgraciadamente en Argentina la trata de personas es un tema absolutamente actual, cotidiano. Así que se contactó con la gente y recolectó un montón de testimonios de chicas recuperadas, que sí pudieron contar su historia. Todo este material lo juntó con lo que hacemos nosotras y lo que hacemos es, a través de una acción artística, visibilizar todas esas historias.
P. ¿Qué tiene la performance para trasladar estos sentires?
R. Débora Zilberman: Estar presente y poner el cuerpo. Cada vez que uno vea a otros poniendo el cuerpo implica un nivel de compromiso mayor. Una cosa es dejar una obra y alejarte y otra cosa es estar todo el tiempo presente. Lo que tiene, primero, es esto que nos está pasando: que vos puedas preguntarnos habiéndonos visto en proceso de hacerlo. Otra cosa es la modificación que va teniendo a través del tiempo: empieza en blanco y termina cubierto de negro, también nosotras, con todas estas historias de mujeres. Podemos ser cualquiera de esas mujeres. No nos desligamos ni estamos exentas de este tema: estamos adentro.
P. Este es el resultado de la investigación de un periodista que recogió los testimonios de nenes y nenas que habían sido recuperados de la trata…
R. Debora Zilberman: O no.
Bárbara Alperowicz: O no. También de personas que vieron lo que pasó, o alguien que busca.
P. Como las madres.
R. Bárbara Alperowicz: Exacto.
Debora Zilberman: En Argentina se hace cada tanto tiempo en la Plaza de Mayo una protesta contra la trata.
Andrea Degiovanni: (mientras plasma en negro un testimonio de una víctima de la trata sobre un objeto blanco) Una vez al mes, un miércoles a las 18 p.m., están las madres de la trata con un cartel que dice: “¿Dónde están?”. Solo eso. Es muy impresionante. También es desaparición.
Bárbara Alperowicz: Claro, durante la dictadura militar argentina de Jorge Rafael Videla se formó la asociación de las Madres de la Plaza de Mayo para recordar y reivindicar el retorno con vida de sus familiares desaparecidos.
P. Se inspiran en estas madres y con ello amplifican sus voces, ¿no?
R. Bárbara Alperowicz: Sí, sí, sí. Porque una desaparición, una tragedia, también lo que hace es visibilizar la otra. Viste que llega un momento en que se entrelazan.
Debora Zilberman: Exacto. Ellas usan el mismo recorrido de la valentía.
Bárbara Alperowicz: Porque el objetivo es el mismo, que se pide justicia.
Debora Zilberman: Y contra el abuso de poder.
P. Los testimonios que están plasmando negro sobre blanco tienen reflejo en los testimonios de otros niños de otros países donde también hay un gravísimo problema de trata de personas.
R. Bárbara Alperowicz: Yo creo… esta investigación está basada en la Argentina, porque desgraciadamente, como te decía, tenemos un país donde esto abunda. No nos hemos metido a investigar en otros países. Pero el tema de la trata, con la guerra, con la cantidad de gente que ha llegado acá, es un tema del que se ha estado hablando en los telediarios últimamente. Es algo que podés llegar a escuchar. Yo creo que donde hay vulnerabilidad y abuso de poder, la trata es muy fácil que se meta. Donde hay alguien que no se pueda defender, y donde hay alguien que tenga el poder suficiente como para hacer lo que quiera…
Debora Zilberman: Para que se dé la trata muchas de las cosas más allá de los secuestros ocasionales, lo que hay es una extorsión, una promesa de cuidado. Es decir, van a donde saben que el otro necesita. Muchas veces es con inmigrantes, que no se sabe dónde están, pero les ofrecen una casa, una falsa posibilidad de mejora, y los meten en un circuito de deuda. Pasa como desde la ingenuidad absoluta “me va a ayudar, me va a proteger…” Y de repente dicen: “Ya no soy lo que era: ya quedo sometida”. Todas las historias son…
Bárbara Alperowicz: Dolorosísimas.
P. Ustedes sienten y acaban digiriendo todas estas historias.
R. Bárbara Alperowicz: ¡Absolutamente! Cuando lo escribís en tu propia ropa o en tu propio cuerpo, cuando lo contás, como estamos haciendo ahora, cuando alguien pregunta, cuando relees un texto. Las tres somos hijas, las tres somos madres, somos mujeres. Entonces, hay algo en esa condición que en definitiva te hermana con todas esas chicas... Digo chicas, pero no significa que no haya varones.
Débora Zilberman: Sí, hay varones también.
Bárbara Alperowicz: Hay varones víctimas de trata. Y bueno, nos pareció que era una manera para que la gente lo pueda llegar a comprender. El arte tiene eso, que es una manera perfecta para decir algo.
Cada vez que uno vea a otros poniendo el cuerpo implica un nivel de compromiso mayor. Una cosa es dejar una obra y alejarte y otra cosa es estar todo el tiempo presente
P. Hay un palabro que está ahora muy de moda, artivismo. ¿Les resulta cercano, es esto lo que hace el Grupo Sobretodo?
R. Bárbara Alperowicz: Puede ser, sí.
Débora Zilberman: A nosotras nos interesan todos los eventos culturales: todo lo que atraviesa la cultra. Este de 'No se trata' es el más duro que hicimos hasta ahora. Pero también hicimos uno el año pasado sobre las agendas. La gente escribía sobre un momento significativo del 2020: algo para recordar, algo para olvidar y algo para atesorar. Porque hay mucha gente que la pasó muy mal y otra gente que sacó cosas positivas en el impedimento de poder hablar de ello. Mirá, todo lo que genera conversación es positivo, y eso es lo que queremos. Con las agendas la gente no sólo escribía un día significativo, sino que conversaba. Hoy por hoy, que tenemos tantos medios que evitan el conversar cara a cara... Y otra cosa que tenemos como grupo es que nosotras siempre estamos escribiendo y eso tiene que ver con la identidad.
P. ¿De qué manera va mutando este escenario?
R. Bárbara Alperowicz: Todo este cuarto era totalmente blanco y a lo largo de la feria nosotras vamos escribiendo esas historia en la totalidad de los objetos y en nosotras. El día que finaliza la feria termina todo escrito y nosotras escritas como la postal final. Esa es la intención del colectivo: visibilizar el tema de la trata de personas, que aparte en la actualidad, con el tema de la guerra (en Ucrania), se vuelve a hablar un poco.
P. Ustedes llevan al arte pensamientos muy profundos en torno a un determinado tema... A una exposición que la gente pueda ver y sentir, de repente salirse del cuerpo y vivir, aunque sea por un momento, otra experiencia que en principio le puede parecer ajena.
R. Debora Zilberman: Sí. Y nos transforman también. Ya estamos pensando qué hacer en la próxima. Nosotras somos un grupo performático, nos pueden traer un tema y si nos interesa y tenemos algo que decir de eso…
Bárbara Alperowicz: Lo abordamos.
P. ¿Por qué el nombre Sobretodo?
R. Bárbara Alperowicz: Hemos puesto un sobretodo ahí (señala el abrigo colgado en un perchero rodeado de testimonios de las víctimas de la trata de personas). En realidad lo de sobretodo empezó… A ver, hagamos un poco de memoria…
Debora Zilberman: Empezó por el tema.. Se usa mucho en la Argentina. El sobretodo es un doble juego, también lo que ponés sobre la mesa. Y a veces, como que una dice: Bueno, pero sobre todo lo que nos importa es esto.
P. Sí. En Uruguay se usa también mucho.
R. Debora Zilberman: Así es. Entonces siempre nosotras estamos conversando, sobre todo, queriendo destacar lo que nos importa. Es como remarcar algo que nos parece que tenemos que resaltar. Y lo usamos todo el tiempo.
Bárbara Alperowicz: Sí, y porque aparte, hablamos de temas y de cuestiones generales, generalizadas. No algo que nos pase específicamente a nosotras, sino temas que socialmente, digamos, están atravesados quieras o no.
P. ¿Cuáles son las causas que les ronda para hacer una próxima performance?
R. Bárbara Alperowicz: Bueno, tenemos unos días como para terminar de charlarlo. Todavía como que no hemos salido de esta. Estamos muy compenetradas con este tema… No sé si no es un tema para seguir abordando.
Debora Zilberman: Yo creo que ojalá lo dejemos en un momento. Mientras que esto pase lo vamos a poner en vereda. Está bueno que nos reconozcan como esto nos es importante. Después nos damos gustos de hacer otras cosas. Pero también recibimos propuestas, y eso también es bueno, después elegimos. Y el arte queda en nosotras, y porque bueno, creo que si nos eligen es porque algo de lo que vieron en nosotras.