jueves. 25.04.2024
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Memoria de España

En los primeros días del golpe de Estado de 1936, Belchite fue tomada por grupos de falangistas locales y de pueblos cercanos que apresaron a quienes consideraban "rojos", encerrándolos en la cárcel del pueblo, desde donde eran conducidos a las tapias del cementerio para ser asesinados y arrojados en fosas comunes.

Hasta el 30 de septiembre de 2021 no comenzaron los trabajos arqueológicos que permitieron la localización de varias de estas fosas, basándose en testimonios locales y la declaración de un falangista que participó en los hechos. Contaron con detalles de cómo y dónde habían ejecutado y enterrado a aquellas personas. Conforme avanzaban las actuaciones, se empezó a sospechar, por la disposición de los cuerpos, de que no se trataba de una única fosa, sino de varias fosas realizadas de forma correlativa, en las que se pudo comprobar la existencia de cuerpos maniatados, amontonados unos encima de otros, algunos rociados con cal viva, mezclados con enterramientos antiguos en otros casos y observándose el tiro de gracia en el cráneo de varios esqueletos. Se estima que podría haber entre 150 y 200 cuerpos, pero la intervención no ha terminado, habiéndose exhumado hasta el momento unos 60.

El equipo arqueológico dirigido por Ignacio Lorenzo, Hugo Chauton, Sergio Ibarz y Gonzalo García, conto a pie de fosa con la colaboración de profesionales del sector como Amalia Iglesias, Sara Moreno, Laura M. Panizo y Jon Obaldia, entre otros. Un equipo joven y sobradamente capacitado para llevar a cabo tal labor, alentados por la inestimable ayuda de Isidro Baquero, miembro de la Asociación Mariano Castillo y uno de los principales impulsores de la búsqueda y apertura de estas fosas. Uno de los pasos mas importantes llevados a cabo en esta primera fase de intervención en Belchite, fue la recogida de muestras de ADN a posibles familiares desaparecidos en la zona, para la creación de un banco de ADN financiado por el Gobierno de Aragón. Allí serán depositadas también las muestras tomadas a los esqueletos exhumados para la comparación de datos y su identificación.

Belchite está situado en la provincia de Zaragoza, en un punto geográfico estratégico durante la campaña del Ebro que fue tomado en tres ocasiones, primero por los falangistas, después recuperado por los republicanos y finalmente volvió a caer en manos de los golpistas. Fue bombardeado en todo ese periodo y sus ruinas se dejaron como símbolo de la barbarie de la guerra civil. En la actualidad se organizan visitas guiadas a dichas ruinas para conocer la historia de Belchite. Este trabajo forma parte de un proyecto a largo plazo sobre la guerra civil española, sus consecuencias a lo largo del tiempo, mostrando a los verdugos, las víctimas y enclaves estratégicos y aquitectónicos del fascismo español.

Juanjo Martínez (Yecla, 1978)  es fotógrafo documental. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Orihuela, Alicante. Su trabajo fue seleccionado en varios festivales como finalista.  Su primera exposición fue en la Casa de la Cultura de Yecla, titulada 'De lobos y humanos'​ (2022), un acercamiento visual al territorio del lobo en España, el paisaje y sus habitantes. Alguno de sus trabajos han sido publicados en medios como Interviú o XLSemanal. 
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