Subversión de lo patriarcal ilustra las diferentes situaciones a las que una mujer tiene que someterse para ser socialmente aceptada. Es atemporal, ya que desde hace años, por no decir siglos, hemos tenido que sucumbir a los estereotipos que nos marca la sociedad. En concreto, a los cánones de belleza que imponen la publicidad y la moda, pues diseñan estas ideas de “feminidad”, marcadas en su mayoría por hombres que sólo buscan una cara bonita y un cuerpo “sin imperfecciones”.
Siempre perfectas, si no, es que tiene un mal día. Y no. Esta no es la realidad.
Como mujer, quiero cuestionar todas estas situaciones expuestas en la serie fotográfica, que no son más que ideas impuestas por un sistema patriarcal que solo muestra a la mujer correcta, buena ama de casa y buena amante.
Con esta fotogalería busco la reflexión por parte de quienes la observan, queriendo combatir prejuicios y concienciar de que no hay comentario posible sobre el cuerpo de una mujer. Que si se maquilla es porque ella quiere; si va sin sujetador no va provocando, va cómoda.
Quiero vivir en una sociedad igualitaria en la que valoremos lo que llevamos dentro: el intelecto y los sentimientos. Quiero que el cuerpo sea entendido como arte y medio de expresión sin cadenas que lo aten a convertirse en una copia más de una portada de revista.