Esta galería de imágenes forma parte de un proyecto inacabado que comenzó como unas vacaciones sin más. Ya había fantaseado con pasear por allí al ver las fotografías de mi mayor referente, Martin Parr, así que en cuanto terminaron las restricciones por covid-19 me lancé a sus calles.
Paseando sin ninguna pretensión, acabé con una colección de imágenes coloridas y ruidosas que expresaban perfectamente lo que esta ciudad me transmitía. Desde entonces he creado una nueva tradición y pretendo volver todos los años a observarla y admirarla. Benidorm, una ciudad que para muchos es fea, hortera y sin interés, se convierte en el destino favorito de personas mayores, adolescentes y extranjeros de todas las edades, donde aparte de buenos precios y diversión, hay muchísima belleza si se mira con unos ojos dispuestos a apreciar lo que la hace tan especial: el contraste.