jueves. 28.03.2024

El descubrimiento del cuerpo y las circunstancias que han rodeado su muerte han sido la parte fundamental de la programación tanto del pasado domingo como del lunes, sacando todo el jugo posible a un caso del que, en muchos frentes, aún se podían hacer conjeturas.

 

El domingo por la tarde, el programa de Telecinco presentando por Toñi Moreno, Vive la Vida amplió su horario de emisión para arrancar justo después de los informativos, y poder volcarse así en el caso Gabriel durante cinco horas en directo. De esta forma, el programa consiguió un récord en audiencia (3.227.000 espectadores, 20,8% de cuota de pantalla).

 

El lunes, imágenes del niño, de su familia y de la que era aún presunta asesina se veían una y otra vez en la programación de numerosos programas con el único fin de conseguir audiencia. Los programas matinales como el de Ana Rosa o el de Susana Griso se volcaron de lleno en el seguimiento de la última hora del caso. De otro lado, como era de esperar, los informativos de las diferentes franjas horarias repitieron una y otra vez información sobre el hallazgo del cuerpo del «pescaíto».

 

Pero sin duda, lo que más sorprendía de ese día es que programas de entretenimiento dedicaran su emisión a analizar el caso del pequeño Gabriel como si de un programa de expertos en ese tema se tratase. Esa tarde, Sálvame se convirtió en una mesa de análisis y espectáculo con conexiones en directo con los lugares de interés y con diferentes entrevistas con expertos. Un programa de entrenamiento puro y duro cuyos colaboradores, convertidos en personajes y en alimento de los contenidos del espacio, abordaron y analizaron un tema tan serio como el asesinato de un niño de ocho años. La emisión, que arrancó homenajeando al pequeño fallecido con todo el equipo de colaboradores y parte del público, en pie en el centro del plató, fue duramente criticada en redes sociales por su esperpéntico resultado.

 

Muchos pensarán que es muy fácil criticar programas como Sálvame, pero la crítica no solo se queda aquí. El martes 13, dos días después del hallazgo de Gabriel y tras las emisiones continuas de imágenes, informaciones y datos sobre el caso en numerosos programas, el funeral de este pequeño de tan solo ocho años fue emitido en directo en informativos así como comentado posteriormente en programas de entretenimiento.

 

Sin duda, siempre que la información se trate con respeto y rigor, es entendible que los programas hablen de un caso que ha conmocionado al país. Pero, ¿es necesario que inexpertos en el tema hagan análisis del caso o que programas meramente informativos como un telediario saque imágenes del féretro de un niño de ocho años?

Obviamente no, pero en ocasiones todo vale por conseguir audiencia.

Cuando todo vale